lunes, 10 de octubre de 2011

WPATH ¿Supervivencia, o Codicia?


Mantenimiento del “Test de la Vida Real” en los SOC–7 (2011)
¿Supervivencia , o Codicia?
¿Están intentando los profesionales de la WPATH  (una organización privada compuesta por unos 500 especialistas, y radicada en EEUU) “granjearse”  pacientes/clientes obligados a visitarles “regularmente” durante 12 meses, sin más razón justificada que su propio interés comercial (codicia, pura y dura)?

Es obligado decir que es lo más probable, si consideramos con la debida atención sus justificaciones, y sobre todo a la luz de sus propias definiciones y explicaciones conceptuales previas.

Los nuevos SoC-Versión 7 (2011) de la WPATH, pese a representar una enorme (y, en cierta forma, inesperada) evolución positiva en los conceptos y las definiciones relativos a las personas “trans” (transexuales, transgénero, e inconformistas de género), y a sus necesidades de asistencia sanitaria, siguen manteniendo, inexplicablemente, la exigencia de un requisito ineludible para poder acceder a una Cirugía, la de afirmación, reconstrucción, o reasignación genital (Metaidoioplastia/Faloplastia, o Vaginoplastia) que significa la permanencia del ilícito y abusivo Test de la Vida Real”.

¿Perciben esos profesionales, miembros de la WPATH, al “Test de la Vida Real” como la última forma de supervivencia profesional que les queda, antes de ver esfumarse sus opciones de seguir tratando a unos pacientes-clientes que realmente no les necesitan (en su gran mayoría)?

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El “Requisito-Test-de-la-Vida-Real” en cuestión, dice, literalmente:

“6º. 12 meses continuados viviendo en un rol de género que sea congruente con su identidad de género;”

Y, para que sea patente la exigencia ilegítima, en la subsiguiente “justificación” de tal requisito, se añade:

Los profesionales de salud deben documentar claramente en la historia clínica la experiencia en el rol de género del paciente, incluyendo la fecha en la que comenzó a vivir “full-time” para aquellos que se están preparando para cirugía genital. En algunas situaciones, si fuera necesario, los profesionales de salud pueden requerir una verificación de que este criterio ha sido completado: Pueden ponerse en contacto con personas que tengan relación con el paciente en ese rol de género congruente con su identidad, o requerir documentación del cambio de nombre legal, y/o marcadores de género, en su caso.

Y, entre medias, lo que, tal vez, sea la verdadera causa y razón de tal injerencia abusiva en las vidas ajenas:

Aunque no es un criterio explícito, es recomendable que estos pacientes también tengan visitas regulares con un especialista en salud mental, o con otro profesional médico
El soporte ofrecido por profesionales de salud mental cualificados y por personas afines puede ser inestimable para asegurar el éxito en la adaptación al rol de género.



TRES JUSTIFICACIONES FALLIDAS,
(Y UNA PSEUDO-JUSTIFICACIÓN IMPLÍCITA)


1ª La Gran Justificación: “Es lo mejor para las personas “trans”

Obviamente, como en cualquier otro proceso de salud, la gran justificación de ese requisito Nº 6 es el “mayor bien de los pacientes” y, en concreto, los SOC-7  lo explicitan así:

… esta experiencia proporciona amplias oportunidades a los pacientes para experimentar y ajustar socialmente en su rol de género deseado, antes de someterse a una cirugía irreversible.

… Cambiar el rol de género puede tener profundas consecuencias personales y sociales, y la decisión de hacerlo debería incluir una conciencia de los probables desafíos familiares, interpersonales, educacionales, vocacionales, económicos y legales, para que estas personas puedan funcionar exitosamente en su rol de género.

… La duración de 12 meses permite pasar por todo un rango de diferentes experiencias vitales y eventos que pueden ocurrir a lo largo del año (por ejemplo: eventos familiares, fiestas, vacaciones, temporadas de trabajo o experiencias escolares).

Atención: Como es evidente, esta “experiencia tutelada”, en tanto que requisito ineludible, NO es voluntaria, y NO se deja a ese grupo de pacientes que necesitan operarse la libertad de acogerse, o no, a sus tan cacareados “beneficios” y “oportunidades”, sino que SE OBLIGA A DEMOSTRAR que se ha cumplido totalmente con tal exigencia ilegal, para franquearles o impedirles el paso a la Cirugía de Afirmación-Reconstrucción-Reasignación Genital (Metaidoioplastia / Faloplastia, o Vaginoplastia), que necesitan por encima de todo.

Lo primero que hay que objetar a tal requisito, desde toda legislación garante y relativa a los Derechos Humanos y Ciudadanos, no sólo española sino particularmente europea, es que nada justifica EN NINGÚN CASO que un profesional sanitario tenga que dar el “visto bueno” a la expresión social “adecuada” o “correcta” de la identidad de género de otras personas (sean éstas sus clientes, o sus pacientes, o no), puesto que tal cosa pertenece al ámbito de su libertad privada y de su estricta intimidad, protegidas y garantizadas por la Constitución, los Acuerdos Internacionales y el resto del ordenamiento jurídico nacional e internacional.

Lo segundo que objetar es que, tal vez, podría justificarse tal “tutela” si estuvieran comprometidas directa e inmediatamente la salud o la integridad física de estas personas (por ejemplo: “¡Chica! No te pongas esos vestidos tan ceñidos, que te cortas la circulación sanguínea!”); pero alegar que las personas trans (por definición) tenemos algún problema cognitivo y no podemos conocer suficientemente los desafíos (familiares, interpersonales, educacionales, vocacionales, económicos y legales), que conllevan nuestras decisiones (o nuestra necesidad imperiosa de operarnos), hasta tanto no se nos obliga a un estilo de vida “adecuado” durante 12 meses (pasando por caja), es de un cinismo y un paternalismo bochornosos.

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Justificación: “Funcionar exitosamente, durante 12 meses, en el rol de género deseado, es necesario antes de someterse a una cirugía irreversible”.

          Lo primero que hay que resaltar es que, si tal cosa fuera cierta, lo sería para todas las cirugías irreversibles contempladas en los SOC-7. Sin embargo, los criterios o requisitos para las demás cirugías genitales (igual de irreversibles, o más), como las gonadectomías (ooforectomía, histerectomía u orquidectomía), que lógicamente conllevan como mínimo una esterilización absoluta y permanente, NO contienen ningún tipo de exigencia de vida en un rol de género u otro. Ni de 12 meses, ni de 12 horas, ni de nada.

          Lo segundo sería hacer notar que este razonamiento establece una jerarquía entre estas dos dimensiones de la disforia de género, el rol-expresión de género (la dimensión social), y la necesidad de modificaciones corporales (es decir, la dimensión física), que hace prevalecer el primero sobre la segunda, dejándola relegada a la contingencia de que lo social “salga bien” (¡A criterio del profesional!).

Traducido: Si no se consigue acreditar una satisfactoria “mejora” en la dimensión social de la disforia de género (según la subjetividad del profesional), antes, no se obtendrá el paso a la cirugía CRG-CRS, que es accesoria y secundaria.

Sin embargo, esa cirugía es definida de la siguiente manera por los SOC:

La cirugía – particularmente, cirugía genital – es a menudo el último y más considerable paso en el proceso de tratamiento de la disforia de género.

… para muchas personas transexuales, transgénero e inconformistas de género la cirugía es esencial y médicamente necesaria para aliviar su disforia de género. Para éste último grupo, el alivio de su disforia de género no puede ser obtenido sin modificación de sus características sexuales primarias y/o secundarias para establecer una mayor congruencia con su identidad de género.
Los estudios de seguimiento han mostrado el innegable efecto beneficioso de la cirugía de reasignación sexual en resultados postoperativos tales como bienestar subjetivo, cosmética, y funcionamiento sexual.
Es importante para los especialistas en salud mental reconocer que las decisiones sobre la cirugía son, primero y ante todo, las decisiones del paciente -- al igual que todas las decisiones relativas a la asistencia sanitaria.


Nos queda preguntar, como los fiscales y abogados de tantas películas norteamericanas:

.- ¿Es, o no es, primero y ante todo, decisión del paciente?...

.- ¿Cuándo mienten ustedes, señores/as de la WPATH, antes o ahora?...

.- ¿Les guía real y únicamente el mayor bienestar de este grupo de pacientes? (que no puede obtener el alivio de su disforia de género sin acceder a esa cirugía esencial y médicamente necesaria) 
.- O…, ¿No es más cierto que sólo están pensando en llenar sus agendas (y sus cuentas bancarias) de clientes/pacientes obligados a “visitarles” 12 meses, sin necesitarlo realmente (“por su cara bonita”)?...
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Justificación: Los aspectos sociales de modificar el rol de género de una persona son usualmente un desafío a menudo mayor
 de lo que lo es modificar su aspecto físico.
Cambiar el rol de género puede traer profundas consecuencias
personales y sociales”


En realidad, lo cierto es que, con tales imposiciones incomprensibles NO se está protegiendo a este grupo de pacientes de esas profundas consecuencias y desafíos (puesto que se les obliga a afrontarlos), sino evitando “equivocarse” por permitir el acceso a la operación a quien no lo necesita.

Si el éxito en desenvolverse en la dimensión social del paciente fuera verdaderamente lo que más les importa (a esos profesionales miembros de la WPATH)…, ¿Qué razón habría para impedir que los pacientes se operasen antes, adquiriendo así esa afirmación de su identidad de género que necesitan por encima de todo?...

Una vez operados, puesto que eso es lo único que puede aliviar su disforia de género, ¿No sería entonces mucho más fácil para ellos enfrentar todos esos retos y desafíos sociales?...

Con tal exigencia ineludible (Requisito Nº 6) lo que están demostrando, por debajo de su fingido “deseo de ayuda y soporte”, es que esa llamada “experiencia de 12 meses continuados viviendo” sigue siendo para la WPATH el TEST DE LA VIDA REAL”, y siguen haciéndolo obligatorio, aunque ya sólo sea para satisfacer sus fines comerciales y económicos.

Veamos; si trascribimos literalmente de los SOC-7 algunas definiciones y conceptos relacionados:

Cirugía de Reasignación de Sexo (Cirugía de Afirmación de Género): Cirugía que cambia las características sexuales primarias y/o secundarias, para afirmar la identidad de género de una persona. La Cirugía de Reasignación de Sexo puede ser una parte importante del tratamiento médicamente necesario para aliviar la Disforia de Género.

Tal cirugía, queda claro, se realiza para afirmar la identidad de género de ese grupo de personas trans, y, según los SOC, “identidad de género” es:

Identidad de Género: El sentimiento intrínseco de una persona de ser masculino (un chico o un hombre), femenina (una chica o una mujer), o un género alternativo (por ejemplo, chico-chica, chica-chico, transgénero, genderqueer, eunuco/a…).

En otro párrafo, se completa la definición con:

Para la mayoría de la gente, la identidad de género y la expresión de género son consistentes con el sexo que les fue asignado al nacer; para las personas transexuales, transgénero e inconformistas de género, su identidad de género o su expresión de género difieren de la del sexo que les fue asignado al nacer.

De nuevo, nos preguntamos: Si, según la WPATH, ese grupo de personas trans necesita la cirugía para afirmar su identidad de género (y poder así enfrentar mejor los retos de una sociedad que espera que su género sea tal como fue asignado al nacer), ¿Qué sentido tiene impedir que esas personas accedan a la cirugía hasta después de 12 meses de retos y desafíos, sin haber podido aliviar antes su disforia de género de ninguna manera efectiva?...


Veamos más definiciones defendidas por los SOC-7:

Transición: Periodo de tiempo durante el cual las personas cambian desde el rol de género asignado al nacer a otro rol de género diferente. Para muchas personas, esto implica aprender a vivir socialmente en “el otro” rol de género; para otras, esto significa encontrar un rol de género y una expresión en la que se encuentren más cómodas. La transición puede o no incluir feminización o masculinización del cuerpo mediante hormonas u otros procedimientos médicos. La naturaleza y la duración de la transición son variables e individualizadas.

Rol de Género o Expresión: Características de la personalidad, apariencia y comportamiento que, en una cultura y un periodo histórico dado, son designadas como masculinas o femeninas (esto es: lo más típico de los roles sociales masculino o femenino). Mientras la mayoría de las personas se expresa socialmente en un rol claramente masculino o femenino, algunas personas presentan un rol de género alternativo, tal como genderqueer o específicamente transgender. Todas las personas tienden a incorporar en su expresión de género características tanto masculinas como femeninas, de varias maneras y en varios grados.

Female-to-Male (FtM): Adjetivo que describe a aquellas personas asignadas mujeres al nacer, que están cambiando o que han cambiado su cuerpo y/o su rol del género desde los femeninos asignados al nacer, a un cuerpo o rol de género más masculinos.

Male-to-Female (MtF): Adjetivo que describe a aquellas personas asignadas hombres al nacer, que están cambiando o que han cambiado su cuerpo y/o su rol del género desde los masculinos asignados al nacer, a un cuerpo o rol de género más femeninos.


Preguntas Importantes: Si las identidades de género son diversas e igualmente válidas, existirán personas que necesiten la operación y tengan identidades de género alternativas, ¿no?.
En tal caso, y al no existir ya un “estándar único de género de destino, ¿En qué consiste exactamente esa “comprobación obligatoria” de que la persona candidata a la cirugía está viviendo continuadamente 12 meses…, cómo?, ¿En qué rol de género?, ¿Cuáles son los hitos vitales que se han de documentar?, ¿De qué narices están hablando?...


          Sigamos transcribiendo lo que establecen los SOC-7:


“Esta versión de los SOC reconoce y valida las variadas expresiones de género…”

“Las características de la expresión de género, incluyendo a las identidades, que no son las estereotípicamente asociadas al sexo asignado al nacer, son un fenómeno común dentro de la diversidad humana…”

“No-Conformidad de Género se refiere a la medida en la que la identidad o la expresión de género de una persona difiere de las normas…”

“Las identidades de género y las expresiones de género son diversas…”

“… una generación de personas transexuales, transgénero e inconformistas de género… ha demostrado una considerable diversidad en sus identidades de género, roles de género y expresiones de género.”

“(estas personas) Pueden no experimentar su proceso de afirmación de género como una “transición”, … porque actualizan su identidad, rol y expresión de género de una manera que no implica cambio de un rol de género a otro”

“Las crecientes visibilidad pública y conciencia de la diversidad de género, han ampliado las opciones … de encontrar un rol de género y una expresión de género que sean más cómodos para ellos.

“Algunas personas buscan una máxima feminización/masculinización, mientras otras experimentan alivio con una presencia andrógina…”

“Las personas no deberían ser aconsejadas para adoptar comportamientos con los cuales no están cómodos, o que no sienten como auténticos.”

“La disconformidad de género entre personas FtM tiende a ser relativamente invisible en muchas culturas, particularmente en Occidente.”

“Una importante tarea de los profesionales de salud mental es educar a sus clientes en relación a la diversidad de identidades de género y expresiones de género…”


          Recapacitando:

          … Si ya ha dejado de ser obligatorio pasar de un género (el que fue asignado al nacer) al “otro”;

… Si ya no hay un género obligatorio de destino (estereotipado y sexista), para cualquiera y para todas las transiciones de género completas…

… Si las identidades de género son diversas (múltiples, numerosas), y se reconocen plenamente y se validan, en completa igualdad y legitimidad, las no-pertenecientes al binario clásico “Mujer–Hombre”…

… Si las personas trans son, y deben sentirse, libres para buscar y encontrar aquellas identidades y expresiones de género en las que se encuentren cómodas, y/o puedan hallar alivio a su disforia de género…

… Si entre las personas FtM (hombres trans) tiende a ser invisible que son trans, y entre las nuevas generaciones hay quienes actualizan su identidad, rol y expresión de género de una manera que no implica cambio de un rol de género a otro…

Entonces…

Señores/as de la WPAHT:

¿Qué es lo que se supone que ha de “comprobar”, “documentar”, “requerir”, etc., ese profesional de la WPATH, durante 12 meses, antes de permitirle a su paciente el acceso a esa cirugía (que necesita por encima de todo)?...

Sean sinceros y reconozcan, valientemente, que “¡¡NADA!!, solamente eso: 12 meses más pagándoles por las visitas!!”
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JUSTIFICACIÓN IMPLÍCITA (que no se dice, pero se piensa):

“A: Es imprescindible que la persona trans viva en un rol de género determinado 12 meses para que, después de cambiar
mediante la operación la forma externa de sus genitales,
se pueda desempeñar con éxito en dicho rol"…

“B: Solo “merecen” tener genitales de forma masculina o femenina, aquellos que demuestren vivir exitosamente 12 meses en... (¿qué rol de género habíamos dicho?)"


Hay que resaltar, primeramente, la realidad diaria de las personas trans de género inequívocamente masculino o femenino que no pueden, no quieren, o deciden libremente, no someterse a cirugías genitales.

Estas personas desempeñan exitosa e inequívocamente su rol de género, conforme a su identidad profunda de hombres y mujeres, manteniendo una anatomía genital que podríamos decir que no “concuerda” con el resto de sí mismos/as. A los profesionales de la WPATH, tal cosa, en esta ocasión, les parece “correcta”.

Veámoslo:

… los profesionales sanitarios reconocen que, aunque muchas personas necesitan tanto la terapia hormonal como las cirugías para aliviar su disforia de género, otras personas sólo necesitan una de estas opciones de tratamiento, y algunas no necesitan ninguna de ellas.

… para otros, los cambios en su rol y expresión de género son suficientes para aliviar la disforia de género. Algunos pacientes pueden necesitar hormonas y quizá un cambio en su rol de género, pero no cirugías; otros pueden necesitar un cambio en su rol de género junto con la cirugía, pero no hormonas…

Observemos (siendo crudxs), como de esta realidad diaria innegable, y aceptada sin trabas por los profesionales de la WPATH, se deriva que existen entre nosotrxs:

.- Hombres trans, con vulva y vagina, cuyo rol de género es total e inequívocamente masculino.
.- Mujeres trans, con pene y testículos, cuyo rol de género es total e inequívocamente femenino.
.- Y…, ya es suficiente.

Evidentemente: nada tiene que ver la forma externa de los genitales de una persona con que pueda o no desempeñarse en un rol de género u otro, y obligar a una persona trans a sufrir 12 meses de angustiada espera, por tal “justificación” es de una estupidez impresionante.

Pero no sólo carece de fundamento lógico y práctico, sino que es profundamente contrario a la Ética y la deontología profesionales, desde la perspectiva de que todos los especialistas en salud deben ofrecer a sus pacientes aquellas opciones enfocadas a obtener los mayores beneficios para su salud física y su bienestar psicológico, y, en todo caso, evitar obligarles a procedimientos tales como pasar durante un año por situaciones incómodas, humillantes, y potencialmente peligrosas, con la excusa insostenible de un “requisito” pre-quirúrgico.

Si transcribimos de nuevo de los SOC-7:

Desafortunadamente, hay estigmatización relacionada con la disconformidad de género en muchas sociedades alrededor del mundo. Tal estigmatización conlleva prejuicios y discriminaciones que resultan en “Estrés de Minorías (Minority Stress)” (I.H.Meyer, 2003). El Estrés de Minorías es único (sumado a los factores estresantes comunes sufridos por toda la población), de origen social, y crónico, y puede hacer que las personas transexuales, transgénero e inconformistas de género sean más propensas a desarrollar problemas de salud mental tales como la ansiedad y la depresión (“Institute of Medicine”, 2011). Además de los prejuicios y la discriminación de la sociedad en general, la estigmatización puede contribuir al abuso y la negligencia en las relaciones personales con compañeros y familiares, las cuales pueden producir angustia psicológica. En  todo caso, esos síntomas están socialmente inducidos, y no son inherentes a ser transexual, transgénero o inconformista de género.


Cabe preguntarse: ¿Qué clase de experiencias y ocasiones sociales creen los miembros de la WPATH que pueden darse, al cabo de 12 meses, que requieran indubitadamente tener unos genitales y no otros?...

Sea cual sea la respuesta, “demostrar” competencia exitosa en tales ocasiones, tan solo sería posible una vez que hayan sido operados de genitales, ¡y nunca antes!...

Esas experiencias “genitales” (sean cuales sean) estarán negadas para ese grupo de personas trans, que, necesitando imperiosamente esa operación, sin embargo son obligadas a vivir durante 12 meses situaciones de estrés y riesgo elevados, sin haber hallado alivio real a su disforia de género previamente.




Volvamos a plantearnos las dudas del principio:

¿Tratan los profesionales de la WPATH (una organización privada de unos 500 especialistas, radicada en EEUU) de “granjearse”  pacientes/clientes, obligados a visitarles “regularmente” durante 12 meses, sin más razón justificada que su propio interés comercial (codicia, pura y dura)?...

¿Perciben los profesionales miembros de la WPATH al “Test de la Vida Real” como la última forma de supervivencia profesional que les queda, antes de ver esfumarse sus opciones de seguir tratando a unos pacientes que no les necesitan realmente (en su gran mayoría)?...

¿Supervivencia?... ¿O Codicia?

¡Que cada cual elija la respuesta que le parezca más acertada!…

Una sola cosa aparece como evidente, para nosotrxs, trans:

NO SE PUEDE JUSTIFICAR, DE NINGUNA MANERA, la permanencia en los SOC-7, 2011 de ese Requisito Nº 6 (“Test de la Vida Real”), para la cirugía genital, y si los miembros de la WPATH alegan su consenso “científico” en lo contrario, que carguen todos con la responsabilidad que conlleva.

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